Una nueva investigación de Amadeus arroja datos sobre cómo mejorar el bienestar de los viajeros corporativos sin perder productividad.

Hace exactamente 130 años, el escritor de ciencia ficción Julio Verne predijo que la "transmisión de imágenes conectadas por cables" reemplazaría las reuniones en el extranjero. Pero no pudo estar más equivocado. Se espera que el gasto en viajes de negocios alcance los 1,7 trillones de dólares para 2022. Si los viajes corporativos siguen creciendo año tras año es porque producen resultados, tanto para las empresas como para sus empleados. Mientras que los empleadores se benefician de un retorno de su inversión con un aumento de las ventas, los profesionales jóvenes consideran que los viajes de negocios son un factor de estatus (1).
Como todas las inversiones, los viajes corporativos también tienen sus costos. Pasar demasiado tiempo viajando puede tener un impacto en el sueño, la dieta, el ejercicio e influir en las conexiones en casa con la familia y los amigos. Combinado, todo esto puede crear una presión real y estrés en los viajeros corporativos, lo que puede afectar los resultados y desencadenar costos para los empleadores. En sus peores aspectos, los viajes corporativos frecuentes pueden tener un impacto grave en la salud de los empleados, e incluso en la retención de los empleados a largo plazo.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas y los empleados seguir beneficiándose de los viajes corporativos? Eso es lo que Amadeus decidió averiguar en su última investigación. ‘Business traveler well-being: How to keep your employees healthy, happy and productive when they travel for work' identifica cinco estrategias que las empresas pueden aplicar para reducir los factores de estrés causados por los viajes corporativos, para mejorar el bienestar de los viajeros, retener a los empleados, atraer nuevos talentos y aumentar el ROI de las corporaciones.

1. Competencia organizacional: combinar una capacitación a los agentes de viaje con la introducción de un sistema de recompensas que incentive el bienestar y sobrepase los meros indicadores financieros.
2. Cambios en la política de viaje: para hacer más eficiente la productividad de un viaje corporativo y mejorar el bienestar de los viajeros, reducir los vuelos indirectos, minimizar los viajes fuera de horas de trabajo o apoyar el bleisure (negocio + ocio).
3. Disciplina en el viaje (¿viajar o no viajar?): Un proceso automatizado de aprobación de viajes, vinculado posiblemente con los indicadores ROI, como el potencial de ingresos, podría ayudar a determinar si merece la pena realizar o no un viaje.
4. Manejo de la salud: colaboración entre Recursos Humanos y las agencias de viaje para dar prioridad a las opciones de servicios más saludables para el viajero, como hoteles con instalaciones deportivas, sugerencias de restaurantes saludables cercanos, o aplicaciones móviles de ejercicios, meditación o alimentación.
5. Gestión de acontecimientos disruptivos: dar prioridad al uso de herramientas y procesos adecuados para hacer frente a imprevistos que genera estrés, como demoras de vuelos y equipajes, o una mala conexión a internet.

(1) Casi dos tercios de los profesionales jóvenes consideran que los viajes corporativos son un marcador de estatus (Dawit Habtermariam)

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