La nueva aventura de este medio de transporte ecológico podría comenzar a volar en el 2025. El Airlander 10 es un avión híbrido que reducirá las emisiones de CO2 en un 90% en viajes aéreos interurbanos.
Los viajes aéreos de corta distancia y entre ciudades están destinados a obtener una alternativa medioambiental gracias a un nuevo dirigible híbrido que se está desarrollando en el Reino Unido.
El Airlander 10 de Hybrid Air Vehicles (HAV) es un dirigible de 100 pasajeros que funciona con helio y electricidad y es capaz de volar a velocidades de hasta 130 kilómetros por hora y estar en el aire durante cinco días continuos.
Con la misión de "repensar los cielos", la compañía inglesa tiene como objetivo lanzar el Airlander 10 híbrido-eléctrico para 2025, y ha dado a conocer detalles de algunas de las posibles rutas por las que podría servir el vehículo.
Estos incluyen viajes de centro de ciudad a centro de ciudad de Liverpool a Belfast, de Seattle a Vancouver, de Barcelona a Palma y de Oslo a Estocolmo.
En vuelos de corta distancia, el Airlander 10 es capaz de reducir las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 90% en comparación con un avión regular. HAV dice que la huella de CO2 en su dirigible será de aproximadamente 4,5 kilogramos por pasajero, en comparación con más de 50 kg por viajero en un avión regular.
Esto es posible porque un avión Airlander usa tecnología más liviana que el aire para quemar menos combustible en vuelo que los aviones convencionales. La flotante sustentación del helio también compensa el peso de la aeronave, requiriendo mucho menos empuje para generar el despegue, lo que generalmente convierte a la aviación en uno de los sectores más pesados en carbono .
El dirigible de estilo futurista tiene capacidad para hasta 100 pasajeros y tiene una cabina espaciosa donde todos tienen acceso directo al pasillo. Las ventanas del piso al techo brindan a todos los pasajeros vistas increíbles mientras dejan entrar mucha luz natural en el vehículo.
Volar en el Airlander también ofrece un viaje más tranquilo que los vuelos tradicionales. Las velocidades más lentas significan que los pasajeros tienen menos ruido en la cabina con el que lidiar y reduce las vibraciones del vehículo.
Con una altura máxima de crucero de 20.000 pies (6000 metros), la aeronave normalmente volará a altitudes más bajas que un avión tradicional , lo que brinda a los pasajeros una perspectiva más interesante de la Tierra desde el cielo. La turbulencia también se reduce debido al casco de casi 100 metros de largo de la aeronave.
Y aunque el vehículo puede parecer que podría salirse de su curso tan fácilmente como un globo de helio gigante, ha sido construido para poder aterrizar con vientos de hasta 30 nudos (55 k/h) y es capaz de resistir rayos y condiciones de hielo. También se ve menos afectado por los vientos cruzados que las aeronaves normales, ya que puede girar hacia el viento y despegar en cualquier dirección.
Lo mismo ocurre con la facilidad de aterrizaje. Los dirigibles Airlander pueden volar de un punto a otro en lugar de depender de la infraestructura tradicional, como aeropuertos y perchas. Todo lo que se necesita es un espacio abierto plano de al menos 600 metros de diámetro, que puede estar en cualquier superficie como césped, arena o agua.
Esto permite que Airlander 10 pueda llevar a los viajeros a algunos de los rincones más lejanos del mundo. HAV ya firmó un acuerdo para entregar un dirigible a la compañía de viajes sueca OceanSky Cruises, que planea usar el vehículo para ofrecer viajes sobre el Polo Norte.
"Durante muchas décadas, volar de A a B ha significado sentarse en un tubo de metal con ventanas diminutas, una necesidad pero no siempre un placer. En Airlander, toda la experiencia es placentera", dijo George Land, director de desarrollo de negocios comerciales de HAV.
Antes de lanzar comercialmente el Airlander 10, HAV está en conversaciones con las aerolíneas que serán las que operen los vehículos. Ya aprobado por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (Easa ), Airlander tendrá un certificado de la Autoridad de Aviación Civil antes de tomar el vuelo con pasajeros a bordo.
Las emisiones de dióxido de carbono en vuelos de corta distancia son los peores culpables ambientales en el mundo de la aviación. Las aeronaves en rutas de 700 km o menos emiten más CO2 por persona por cada kilómetro recorrido que los vuelos de larga distancia, según un informe reciente de Robeco, especialistas en inversiones sostenibles. Esto se debe a que el despegue y el aterrizaje en cualquier vuelo utilizan la mayor cantidad de combustible, por lo que cuanto más tiempo pase en el aire una vez que esté levantado, mejor.
El récord del vuelo programado más corto del mundo se puede encontrar en Escocia. En las islas del norte de Orkney, a unos 1.000 km de Islandia, LoganAir opera un vuelo de 2,7 km desde Westray a Papa Westray.
Cuando hace buen tiempo, el viaje dura menos de dos minutos, pero el mar ondulado y la falta de calzadas o túneles significan que volar es una de las únicas formas seguras de conectar estas comunidades isleñas.
Airlander podría brindar a aerolíneas como Loganair y otras la opción de continuar brindando viajes de corta distancia a los clientes, pero de una manera más sostenible.
También permite a las aerolíneas retener a los clientes que viajan por la ciudad entre puntos nacionales, antes de embarcarse en vuelos internacionales de larga distancia, que suelen ser las rutas más rentables.
Para HAV, a pesar de las capacidades de Airlander , hay más trabajo por hacer. El modelo híbrido de Airlander 10 funciona con una combinación de electricidad y helio, de los cuales el helio es un recurso no renovable.
"Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, hay al menos 50 años de reservas de helio conocidas basadas en el consumo actual. Seiscientos aviones Airlander representarían solo el 1 por ciento del consumo anual de helio", afirma el sitio web de HAV.
La compañía se ha comprometido a ser 100% libre de carbono para 2030, cuando los cuatro motores de las aeronaves Airlander serán completamente eléctricos.