Un nuevo informe señala la necesidad urgente de servir mejor al viajero maduro. Uno de los grupos etarios que más viajan son los adultos, ya retirados o no, que no tienen problemas con el dinero y el tiempo, pero muchas veces se olvidan esos pequeños detalles que les harán vivir una experiencia óptima o desagradable.
¿Alguna vez te has metido en la ducha de un hotel y te has quedado perplejo por saber qué botella contiene el champú y cuál contiene el acondicionador o el gel de baño?
O has cenado en un restaurante de alta gama, solo para tener dificultades para leer el menú debido a su inmersión en la oscuridad, a pesar de usar tus gafas. Estas experiencias, aunque aparentemente mundanas, ponen de relieve un problema más amplio al que se enfrenta la industria del turismo: la necesidad de servir mejor al viajero maduro.
Son los turistas de ocio y negocios más ricos y con mayor gasto de la historia, de 60 años o más, y gozan de buena salud. Según las proyecciones de la Organización Mundial del Turismo, se espera que este grupo demográfico realice entre 1,6 y 2 billones de viajes para 2050, lo que constituye el 88% de los gastadores de servicios de viajes premium.
Sin embargo, a pesar de su importante impacto económico, a menudo se pasan por alto las necesidades del viajero maduro. Si no se abordan estas necesidades, la industria del turismo podría perder miles de millones de dólares en negocios. Ahí es donde entra en juego un nuevo Informe de la Industria, que arroja luz sobre el vasto potencial comercial del gasto anual de $ 157 mil millones del viajero maduro activo.
Los cambios demográficos indican que las cohortes de viajes de más rápido crecimiento son las mujeres de 60+ años y los viajeros mayores de 80 años. Estas personas buscan experiencias eternas, como viajes de abuelos y de generación omitida, viajes de relevo para cuidadores, deportes para personas mayores, aventuras suaves, aprendizaje permanente, voluntariado, viajes de bienestar, turismo médico y viajes culturales.
El Informe de la Industria de Viajes, acompañado de la designación The Ageless Traveler Certified, ya está disponible a través de The World Tourism Network y The Ageless Traveler. Este informe es un llamado a la acción para que la industria del turismo comprenda el proceso típico de envejecimiento y satisfaga las necesidades del viajero de 60+.
"Es hora de que la industria del turismo comprenda el envejecimiento típico y satisfaga las necesidades del viajero de sesenta +", dice Adriane Berg, fundadora de The Ageless Traveler, una empresa de consultoría e investigación de viajes con podcasts, blogs y grupos de membresía orientados al consumidor.
Comprender cómo el envejecimiento afecta a la percepción es crucial para el personal, los diseñadores y los operadores de hostelería. Principios simples como considerar el contraste, la iluminación y los niveles de ruido pueden mejorar en gran medida la experiencia de los viajeros maduros. Por ejemplo, los colores de bajo contraste y el resplandor pueden plantear desafíos significativos para los ojos mayores, mientras que la música alta puede dificultar la conversación para las personas con pérdida auditiva.
Estos factores biológicos, entre otros, pueden mejorar o restar valor a una experiencia turística. Sin embargo, de todas las mejoras que se pueden hacer, la capacitación del personal ofrece el mayor retorno de la inversión para atraer, retener y atender a Ageless Travelers.
Independientemente de la edad, disfruta de tu viaje
Es hora de que la industria del turismo priorice las necesidades del viajero maduro y se asegure de que todos los huéspedes, independientemente de su edad, puedan disfrutar plenamente de sus experiencias de viaje.
Por Adriane Berg para https://eturbonews.com