Francisco I ha sido un sumo pontífice que se ha pronunciado sobre diversos temas de actualidad económica, política y social, incluyendo su posicionamiento en el debate del turismo de masas. De hecho, en mayo de 2024, durante una visita a Venecia, alertó sobre el impacto que el turismo mal gestionado puede tener sobre los edificios, el patrimonio cultural y, sobre todo, la población local. "Sin el cuidado y la salvaguarda de este escenario natural, podría incluso dejar de existir", afirmó refiriéndose a la ciudad de las lagunas.

66 países visitados

Durante sus doce años de pontificado, el líder de la Iglesia Católica recorrió 469.770 kilómetros, realizando un total de 47 viajes internacionales, visitando 66 países diferentes. En total, visitó 23 naciones europeas, 22 asiáticas, 12 americanas y 10 africanas. Se da la circunstancia que no visitó España, y tampoco Argentina, su país natal, algo que sí hicieron sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Durante su pontificado de doce años realizó 47 viajes internacionales, visitando 66 países

El impacto del turismo mal gestionado

Allá por inicios del 2024, en un momento en que el debate sobre la masificación turística, el Papa Francisco, líder de la Iglesia Católica, se ha pronunciado al respecto, recalcando que el descontrol puede generar “relaciones sociales deterioradas, individualismo y soledad”.

En una visita a Venecia, en la que fue su primera salida de Roma del año 2024, el Pontífice ofició una misa en la turística Plaza de San Marcos, en la que hizo referencia a la belleza de la ciudad, que corre un alto riesgo a cuenta del cambio climático y del impacto de la industria vacacional. “Hoy vemos esta ciudad, admiramos su encantadora belleza, pero nos preocupan los muchos problemas que la amenazan", comentó.

Francisco ha recalcado que "sin el cuidado y la salvaguarda de este escenario natural, podría incluso dejar de existir", tal y como recoge Alfa y Omega.

El Papa hizo referencia al impacto que el turismo masivo puede provocar en los edificios y patrimonio cultural de la ciudad, especialmente, haciendo referencia a los movimientos del agua provocados por los grandes cruceros; pero también se refirió a la expulsión de la población local y "la dificultad de crear un ambiente que esté a la medida del ser humano a través de una gestión adecuada del turismo".