Así lo afirma esta nota de la Directora de Viajes Corporativos para América Latina de Amadeus, Victoria Gorzio.

Surgieron las cámaras digitales que trastocaron las tradicionales. Los teléfonos celulares emergieron con sus cámaras e interrumpieron las cámaras digitales y las videograbadoras. Llegaron aplicaciones de GPS e interrumpieron los dispositivos GPS, que a su vez ya habían afectado a los creadores de mapas. ¿Y ahora? ¿Es hora de que las herramientas de videoconferencia provoquen disrupción en los viajes corporativos? Si bien algunos se han preguntado si este será el caso, creo que es un conflicto falso.

Supongamos que una empresa con sede en Bogotá compite con otra con sede en México por un cliente de Sao Paulo. Ninguno de los dos competidores tiene oficina en Brasil. La empresa colombiana prefiere hacer una presentación virtual, mientras que la empresa mexicana envía un representante a una reunión presencial. ¿Quién crees que demostró un mayor compromiso para ganar el negocio? ¿A quién elegirías?

O, un fabricante de automóviles con sede en Buenos Aires necesita comprar nuevas materias primas para una parte esencial de un dispositivo que equipará sus vehículos en la línea de producción. Un proveedor aparentemente prometedor tiene su fábrica en Mendoza. ¿Tiene sentido confiar en una opción de proveedor tan importante y costosa para una videoconferencia, con el proveedor mostrando su propia operación al mover un teléfono celular hacia arriba y hacia abajo?

Por otro lado, imagine que es administrador de la flota en una importante empresa minera, con oficinas en varias regiones del continente, tanto en ciudades como en lugares de extracción remotos. Es necesario estudiar cuántos vehículos necesita la empresa para operar de manera eficiente. ¿Estaría satisfecho con un informe proveniente de cada sucursal o necesitaría hacer visitas de reconocimiento para detallar la operación en cada ubicación?

Existen muchos indicios, tanto comerciales como psicológicos, para creer que los encuentros presenciales siguen siendo fundamentales para innumerables actividades corporativas y, además, es una característica fundamental para el ser humano mostrar una mayor confianza en lo que ve y analiza con sus propios ojos. Es el llamado "feeling". ¿Alguien ha oído hablar alguna vez de "feeling virtual"? Yo no.

El hecho es que las capacidades de videoconferencia existen desde hace al menos una década y se han convertido en parte de la rutina de empresas de todo el mundo. Sin embargo, los viajes de negocios han seguido creciendo durante ese tiempo. De hecho, un contacto virtual inicial suele abrir puertas a reuniones presenciales para profundizar las relaciones comerciales que, en consecuencia, conducen a nuevas oportunidades comerciales.

Algunos creen que los viajes corporativos aéreos de corta distancia pueden reducirse como resultado de la mayor familiaridad que ha traído la pandemia en el uso de aplicaciones de videoconferencia. Pero vale la pena recordar que las empresas ya monitoreaban de cerca sus presupuestos de viajes antes de la pandemia, y siempre continuarán haciéndolo a través de sus gerentes de viajes y CFOs. En términos de concepto, habrá cambios menores de los esperados, considerando la continuidad del negocio y la supervisión preexistente de los gastos de viaje.

Es probable que una empresa, debido a la pandemia en sí y las dificultades económicas derivadas de ella, quiera controlar los costos de viaje más de cerca al principio. Pero cuando el negocio vuelva a la normalidad, no creo que sigamos viviendo y trabajando con una mentalidad de “cuarentena”. Es probable que veamos un entorno híbrido, que, por otro lado, aumentará la flexibilidad de todos para viajar a lugares preferidos y trabajar desde allí durante una semana o un mes.

Esto no es una mera conjetura. Ya estamos viendo, en las mismas videoconferencias en las que participamos, personas trabajando en lugares muy alejados de las oficinas originales y, muy probablemente, de sus hogares. En otras palabras, este movimiento híbrido también abrirá espacio para una nueva categoría de viajeros corporativos, a los que podemos llamar "corporativo-ocio".

Finalmente, los viajes corporativos no se tratan solo de la operación, producción o finanzas de una empresa. Para muchos, esto es algo relacionado con la propia cultura de la empresa. Enviar a un profesional en un viaje corporativo, encomendarle los recursos de la empresa, crea un sentido de pertenencia en el empleado que marca una gran diferencia en su satisfacción personal al trabajar para esa corporación.

El tema, por tanto, es mucho más complejo que un mero ahorro de recursos mediante tecnología. Primero que nada, porque tal tecnología ya existía. Luego, por la fuerza insustituible de la presencia física en muchas situaciones. En este sentido, viajar se parece mucho más a escuelas y universidades que a otras comparaciones momentáneas, hechas en medio de la niebla de la pandemia. Es posible tener clases en línea (¡como en el pasado!), pero no es lo mismo que aprender en persona.

La pandemia también generará una demanda reprimida de viajes, que se dará a conocer tan pronto como existan las condiciones sanitarias y financieras, para que los negocios se puedan volver a hacer como siempre, con un apretón de manos.

Fuente: https://amadeus.com